El paraje de Trebalúger, en Es Castell —que no debe confundirse con el Trebalúger de Es Migjorn Gran— ha estado habitado desde la prehistoria, como lo demuestran los numerosos restos megalíticos y, de manera más prominente, los tres talayots que forman un triángulo en su espacio: el de Trebalúger, el de Torraixa y el de Binissaïda.
Un elemento clave para la constitución del núcleo de Trebalúger sería Es Pou Gran, un pozo de torno. A su alrededor había tres cuevas y —algo más inusual— hasta tres jaulas de torno para extraer agua con un burro o una mula, además de abrevaderos y pequeños huertos para sembrar plantones. Utilizaban el pozo las norias y casas cercanas, y, además, había toda una red de caminos a diferentes distancias —aún se pueden identificar algunos— que se extendía de manera radial y servía para llevar el ganado a saciar su sed. Llegaban incluso desde lugares bastante lejanos, como Es Barranc, cerca de Sant Lluís. Hoy en día, habiendo perdido su función original, Es Pou Gran está cubierto con planchas de hierro dentro de una finca privada, pero aquella red de senderos podría haber sido el origen, en tiempos históricos, del núcleo rural de Trebalúger.
En la segunda mitad del siglo XIX, según un censo del año 1873, residían en Trebalúger 37 familias, 19 en Torraixa y 7 en Binissaïda, sumando un total de 67 hogares. La misma fuente indica que en todo el término de Es Castell habitaba una población de 1.962 personas distribuidas en 512 núcleos familiares. A través de una simple operación matemática, las 67 familias de los tres núcleos rurales mencionados podrían reunir una población aproximada de 250 habitantes, que, al tratarse del campo, incluso podría ser mayor.
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